Italia

 

Proyecto JCVG Torino

 

La violencia hacia mujeres, jóvenes niñas y niños es una silenciosa e invisible

realidad que va tiñendo nuestras comunidades de pena y dolor, la física es posible

que sea la más tomada en cuenta, pero sabemos que la inequidad y las relaciones

de poder se cristalizan en otras formas más sutiles, menos visibles.

Su avance es concreto, no solo en los datos sino en la cotidianeidad de la

convivencia, convirtiendo a esta misma en un ámbito de alto riesgo para muchas

personas.

En esta Campaña afirmamos que es un problema urgente de todos y todas, no

sólo de las organizaciones de mujeres, es un tema de derechos humanos, siendo

necesario generar un proceso de participación activa e integral de todos los actores

comunitarios si queremos reducirla en la búsqueda de equidad de derechos y

recursos.

Afirmamos que donde existe una intimidad restringida, violentada o inhibida, hay

un derecho ciudadano del mismo tipo, es decir, violentado.

Hoy decimos que el concepto de derechos ciudadanos es inseparable de la idea de

intimidad plena y desarrolladla en todos y todas, es por ello necesario y urgente

en este grupo etáreo generar una plataforma de Derechos en vías de desarrollo

concreto, incluyendo los derechos sexuales y reproductivos de hombres y mujeres

jóvenes.

Afirmamos que hoy en América Latina debemos hablar de adolescencias múltiples

y diversas, de juventudes en plural, sabiendo que con el solo hecho de nombrarlas

en singular caeríamos en el estigma y la discriminación con que se las identifica y

nombra.

Partimos del concepto de adulto centrismo que constituye una condición

sociocultural que configura un conjunto de normatividades que orientan y definen

los modos de relacionarse entre sujetos sociales1

Esta construcción se funda y sostiene en la construcción de lo adulto como aquello

que domina y es comunicado –impuesto como referente y modelo a seguir para las

generaciones más jóvenes

Lo considerado mayor, es construido como aquello que naturalmente puede

imponerse sobre lo menor, en analogía de cómo lo masculino se convierte en

superior a lo femenino.

Queda claro que el modelo de adult@ que es demandado tanto para jóvenes

masculinos como femeninas es el que llamamos modelo hegemónico, único y con

muy pocas posibilidades de salirse del mismo como corsé y destino conjunto.

Desde este modelo hegemónico de masculinidad, se mide e interpreta a los

hombres, y por ende a los jóvenes., y por consiguiente a mujeres, jóvenes mujeres

y niñas

Si tal modelo es un patrón de medida, no todos los hombres tienen éxito en

adecuarse a esas medidas, inclusive físicas, con las que se mide su masculinidad.

Esta masculinidad y femineidad hegemónica que nos moldea, afecta nuestra

manera de ver el mundo y la realidad, nuestros sentimientos, nuestros cuerpos,

nuestras prácticas personales y políticas, sexuales y hasta nuestros sueños y

utopías.

Sin embargo, la realidad cotidiana nos va indicando que esa hegemonía no es

perfecta.

 

Son muchos los hombres y mujeres que no pasan el examen de la masculinidad

hegemónica.

Razones físicas, políticas, económicas, étnicas, sexuales, nos van abriendo el

campo de visión para darnos cuenta de muchos hombres y mujeres que no caben

en el modelo.

Al no caber, muchos exageran ciertas cualidades exitosas para disfrazarse de

hombres hegemónicos, ocultando sus emociones y sentimientos o generando

situaciones caóticas como medidas extremas de autoafirmación y control sobre los

demás (violencia, irresponsabilidad sexual, etc.).

Luego veremos si las adicciones y la ingesta de alcohol y la violencia forman parte

de este suceder…

El modelo hegemónico, presentado como fuerte, inteligente y perenne -cuasi

sagrado- comienza a evidenciar las fisuras y por tanto sus crisis, impactando en el

modelo hegemónico femenino de manera brutal.

¿Significa esto que sin un modelo de ser hombres, dejamos de ser hombres?

Probablemente no; seguimos siendo varones y por mucho tiempo, bajo las medidas

impuestas, incluso generando situaciones problemáticas por el desajuste. Pero hay

una crisis de lo que siempre se dijo era el único modelo: descubrimos que no por

hegemónico y omnipresente es el único.

La masculinidad hegemónica tiene fisuras, grietas, fallas dentro de las cuales y

posibilitándose con ellas, muchos hombres descubren maneras diversas de ser

hombres, de esta manera abren el juego al avance notorio del los desarrollos

juveniles femeninos en equidad y aceptación.

Si lo anterior es posible, no hay un modelo de masculinidad, sino más bien

masculinidades, muchos modos de ser hombre., corresponde que reconozcamos la

pluralidad de feminidades diversas y continuas

Estos modos de ser hombre y por lo tanto de masculinidades nos llevan a plantear

que además del modelo hegemónico hay tantas formas masculinas de seguir

reproduciendo los modelos tradicionales, como formas masculinas de crear nuevas

relaciones de equidad y autodesarrollo, de conciencia y sensibilidad social que

permita a estos jóvenes liderar procesos de transformación cultural en cada una de

sus comunidades

Estas imposiciones dan por resultado relaciones asimétricas con status y capacidad

de control de lo sentido como menor consolidando modos de relación asimétricas

en diferentes escenarios:

A saber:

1. Entre sujetos de diversas pertenencias y posiciones generacionales

2. Al interior de instituciones de relevancia para la socialización de diversas

generaciones (familia, escuela, organizaciones sociales, medios de comunicación)

3. En los diseños de las políticas publicas

4. En la intervención directa con los mismos/as

Esta mirada y demanda incluye necesariamente la idea única de joven con futuro

de hombre único proveedor, en un mundo sin trabajo, de riesgo en todas sus

acciones sino caeríamos en la categoría fatal de ser tildados de “menos hombres”

y la idea que la paternidad completa esa masculinidad, como un rito de paso entre

joven y adulto, solo mostrando nuestra capacidad reproductiva que nos vincula al

modelo ya descripto.

Podemos definir 6 procesos que participan de esta mirada adulto céntrico en virtud

de adolescentes y jóvenes, a saber:

1. Biologicidad y patologización

2. Cuando remarcamos el concepto de ciclo de vida, lo hacemos sin pensar en

nuestro propio ciclo de vida

3. Invisibilización y a-historización. Parecería que estos adolescentes y jóvenes no

tienen historia, en tanto se los considera individuos en preparación hacia al adultez

(ya registramos que tipo de adultez)

4. Homogenización, es decir son todos iguales, no hay distinciones que los nombren

con su respectivo hacer, delincuencia y consumo son las palabras mas usadas para

todos y todas.

5. Roles sociales altamente normativos, otra vez escasean las diferencias en esta

mirada

6. Juvenilización, es decir se los ve se los estudia sin ningún tipo de relaciones y

articulaciones con otras generaciones.

7. Fatalismo e inmutabilidad, ejemplo, es necesario que alguien los conduzca,

los regule, es natural no se puede cambiar siempre fue así de generación y

generación, cuando crecen se tranquilizan, formas de encerrarlos en la fatalidad y

la imposibilidad de cambios.

Estos procesos nos confrontan hoy con cifras de muertes juveniles fatales en toda

América Latina en el grupo etáreo que va de los 15 años a los 29 años.

Todas estas miradas van encerrando a nuestr@s jóvenes y adolescentes en el

modelo hegemónico, dándoles el espacio para que reproduzcan no creen otras

formas de hacerse.

Saliendo del modelo androcéntrico, donde se desnaturaliza la condición juvenil,

debemos afirmar que la misma esta en constante construcción en sociedad y

culturas específicas

Es una construcción social como otras, y debemos registrarla en ese aquí y ahora

que los articule en su espacio y tiempo específico, dejando de ver un problema

riesgo y amenaza para ver potencialidades y capacidades de aportar a este tiempo

del hoy, no el de ayer ni el de mañana.

Deben ser socios del camino no esclavos de sus historias porvenir y formar parte de

la cultura del buen vivir con derechos propios

Debemos registrar juventudes y adolescencias calidoscópicas, mutantes

diferenciadas en tiempo espacio y territorios, es posible que debamos pasar

de la noción de roles como deber ser a comprender las relaciones de poder

existentes entre generaciones y el interior de las mismas, tanto en sus variantes

de dominación como de liberación, abriendo así otros poderes colaborativos y de

cooperación Inter e Infra generacional.

Necesidad de la Campaña:

Frente a una ciudadanía demandante, esta Campaña se propone generar mayores

grados de ciudadanía y participación social. Derechos para todos y todas.

Frente a un cultura dominante, inequitativa y restrictiva de derechos y recursos.

Esta Campaña se propone una transformación cultural que genere equidad de

actuaciones, derechos y recursos., buen vivir

Frente al silencio y la invisibilización de la violencia hacia mujeres, jóvenes, niños

y niñas, esta Campaña se propone la búsqueda necesaria y urgente de mayor

dignidad humana, en respeto y aceptación en relaciones de derechos iguales y

acceso a recursos en equidad y similitud.

Objetivo General

Promover una mayor comprensión entre los hombres y mujeres jóvenes sobre

cómo la violencia de todo tipo, que incluye el no acceso a derechos y recursos

inalienables que perjudica a las mujeres y hombres socavando la igualdad entre los

géneros.

Objetivos Específicos

• Sensibilizar a los hombres y mujeres jóvenes de ambos sexos, niños y niñas

en sus funciones y responsabilidades en la promoción de la equidad entre los

géneros y el pleno disfrute de todos los derechos humanos de las mujeres,

adolescentes, niños y niñas.

• Dar a conocer formas alternativas de profundo compromiso comunitario en

resolución de conflictos vía no violenta

• Generar conocimiento derechos y derechos sexuales reproductivos en

jóvenes de ambos sexos como plataforma hacia el buen vivir Involucrarlos/

as en una transformación social profunda en los temas de violencia y

convivencia en el territorio Provincial

• Reflexionar con ellos/as sobre cómo la socialización masculina y femenina,

tanto en la infancia como en la adolescencia, promueve diversas formas de

violencia.

• Reflexionar sobre los costos de la violencia, tanto para sí mismos/as, como

para los demás: sus familias y su comunidad.

• Ayudarlos a identificar sus emociones y ampliar sus repertorios emocionales

para facilitar, por ejemplo en el caso de la rabia, expresiones respetuosas y

saludables de ésta.

• Que logren visualizar e identificar las diversas formas de violencia

presentes en su entorno, y a reconocer aquellas en las cuales se han visto

involucrados, ya sea como víctimas, como victimarios o ambas.

• Idear, en conjunto, formas alternativas de convivencia, las que incluyan la

colaboración, la solidaridad, el diálogo y el respeto, junto al cumplimiento

irrestricto de derechos equitativos

Metodología

Es necesario entonces generar un trabajo de formación líderes y liderezas

juveniles de 15 años a 29 años. que incluya:

• Entregar un marco conceptual sobre relaciones de género, masculinidades,

juventud y violencia, que permita a los/as mismos/as obtener las

habilidades y técnicas básicas para la promoción de una cultura de paz

entre hombres y mujeres jóvenes.

• Proponer actividades que puedan ser ejecutadas con grupos de hombres y

mujeres jóvenes con el fin de generar cambios efectivos en ellos, recitales

de bandas musicales, teatro, títeres, etc.

• Brindar herramientas teóricas y metodológicas para trabajar de manera

preventiva la violencia en general, y la violencia de género en específico,

junto a la promoción de derechos como contratara

• Ofrecer una lista de fuentes de información: estudios, videos, materiales

educativos, sitios web, contactos con organizaciones, que puedan proveer

información adicional para la prevención de la violencia.

Ejes de trabajo:

1. El impacto de la socialización de hombres y mujeres jóvenes en sus vidas futuras

2. Hombres y mujeres jóvenes y emociones: sus manifestaciones e implicancias

para la convivencia entre las personas.

3 Los diversos tipos de violencia y sus consecuencias

En cuanto al eje del Programa.

1. Derechos en general

2. Derechos sexuales y reproductivos

La Campaña pone su mirada a responder problemas esenciales del Contexto Social

e incidiendo en un área de acción Macrosocial para su difusión.

Procesos a desarrollar

Taller 1 Jóvenes, Proyectos vitales y no violencia.

Contenidos: La socialización de género y su impacto en las construcciones de

las masculinidades de los hombres jóvenes y las mujeres, sus comportamientos

actitudes, y formas de actuación actual. La cultura patriarcal.

Estereotipos, mitos y medios de comunicación social.

Los hombres en el contexto familiar, en las relaciones de pareja y en su condición

de jóvenes.

OBJETIVOS:

• Identificar los efectos del poder patriarcal en la construcción de

subjetividades masculinas y femeninas

• Reflexionar sobre las distintas maneras de inserción de los hombres y

mujeres jóvenes en la vida familiar, en la pareja y en su desempeño

comunitario

• Conocer los significados de los términos estereotipos, equidad, inequidad y

discriminación.

• Identificar las diferentes formas de discriminación intra e intergenéricas.

• Reflexionar sobre las maneras de desterrar de la vida de los hombres y

mujeres, estereotipos, inequidades y discriminaciones.

Taller 2 Derechos, emociones y convivencias no violentas.

Contenidos: Hombres y mujeres jóvenes y emociones: sus manifestaciones e

implicancias para la convivencia entre las personas. Emociones diferenciadas,

emociones, acciones y no violencia, de la violencia a la convivencia, derechos.

Derechos y cultura del buen vivir

OBJETIVOS:

• Reconocer las conductas y sentimientos sexuales signados a los hombres

y mujeres como mandatos culturales.

• Conocer cómo los desempeños sexuales hacen blanco en la manera

de asumirse los hombres y mujeres en la forma en que los valora la

sociedad.

• Analizar la diversidad de comportamientos sexuales y sus vínculos con la

masculinidad y feminidad.

• Conocer y aplicar los derechos corporales , sexuales , y reproductivos de

jóvenes mujeres y hombres en el seno de relaciones equitativas

Taller 3 Juventud, auto cuidado y no violencia.

Contenidos: Los diversos tipos de violencia y sus consecuencias en hombres

jóvenes y en quienes los rodean. Cuerpos y cuidados no identificados solo como

femeninos, domesticidad en lo masculino. Cuidado, concepto amplio. Hacia el buen

vivir.

OBJETIVOS:

• Comprender la participación juvenil masculina en esta Campaña y su

significado en la vida de nuestras comunidades.

• Conocer las principales concepciones que inhiben la participación de los

hombres jóvenes y su silencio frente a las violencias de todo tipo

• Construcción conjunta de plataforma de derechos juveniles de ambos

sexos y buen vivir.

• ¿Cómo se ligan? ¿Cual es su relación y pertinencia?

Esta Campana esta disenada para realizarla entre pares de Jovenes a Jóvenes